La violencia y el maltrato nos han robado el alma

"Se habla mucho de la política pública de igualdad de géneros y de apoyo a las mujeres, pero de presupuesto no se ve nada, lo que hace presumir que el tema se está quedando en el discurso", afirmó Carlos Baena, Presidente de MIRA. Durante el lanzamiento de la jornada "La violencia y el desplazamiento nos han robado el alma", el Presidente de MIRA, Carlos Alberto Baena invitó al Gobierno Nacional para que en todo el país se implemente el programa de creación de Casas de Refugio para las mujeres víctimas de maltrato, con recursos suficientes para garantizar la protección del Estado a estas mujeres. Recordemos que estas casas de refugio son lugares en donde atienden transitoriamente a la mujer con sus hijos, en caso de sufrir maltrato por parte de su cónyuge. Allí se les brinda albergue, alimentación, oportunidades laborales y capacitación, y se le hace un llamado a su esposo para restablecer el hogar. Asimismo, hizo un llamado a la Agencia Presidencial para la Acción Social, para que cumpla los fallos de la Corte Constitucional emitidos a través de los autos 092 y 237 de 2008, los cuales instan al ejecutivo a que se protejan los derechos fundamentales de las mujeres en condición de desplazamiento forzado y a formular políticas que tengan en cuenta sus necesidades. "Es por ello que, aprovechando que en las corporaciones públicas se están discutiendo los presupuestos para el 2009, a las mujeres desplazadas se les debe garantizar los recursos, acatando las decisiones de la Corte Constitucional frente a este tema", afirmó Baena. Esta jornada que impulsó el Movimiento Político MIRA en conmemoración del "Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer", y que tuvo lugar en el Congreso de la República, Concejo de Bogotá, Plaza de Bolívar y a nivel nacional en las diferentes corporaciones públicas, simboliza que la mujer lleva en su alma un profundo sufrimiento, ella da vida pero está sin vida. Por eso el Estado debe protegerlas y en la sociedad se hace necesario un cambio cultural